jueves, 27 de marzo de 2008

Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra.

La verdad, no esta en manos de Sacerdotes, Pastores o Maestros. Solo yace dentro de ti. Esperando que la despiertes y goces de su totalidad. (Abel Desestress) Vive sin opiniones. Vive desnudo, sin ropa alguna, sin opiniones acerca de la verdad, porque la verdad detesta todas las opiniones. ¡Abandona todas tus filosofías, teorías, doctrinas, escrituras! ¡Abandona toda esa basura! Vive en silencio, sin elegir, con los ojos simplemente dispuestos a ver lo que hay, de ninguna manera esperando ver tus deseos realizados. No cargues con deseos. Se dice que el camino del infierno está completamente lleno de deseos, de buena voluntad, de esperanzas, de sueños, de arco iris, de ideales. El camino del cielo está absolutamente vacío. ¡Despréndete de todas las cargas! Cuanto más alto quieras llegar, más ligero tendrás que ir. Si quieres ir a los Himalayas tendrás que dejar toda la carga. Al final, cuando llegues al Gurisankar, al Everest, tendrás que dejarlo todo. Tendrás que ir completamente desnudo, porque cuanto más alto llegues, más ligero necesitarás estar. Y todas las opiniones son cargas. No alas. Sin opiniones, sin ninguna preferencia... Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra. Si quieres saber la verdad no seas ni creyente ni ateo. No digas: «Dios existe», ni: «Dios no existe», porque lo que sea que digas se convertirá en un deseo profundo. Y proyectarás todo lo que haya oculto tras el deseo. Si quieres ver a Dios como un Krishna con una flauta en sus labios, algún día lo verás; no porque Krishna esté ahí, sino tan sólo porque tienes una semilla de deseo que proyectas en la pantalla del mundo. Si quieres ver a Jesús crucificado, lo verás. Lo que quieras se proyectará, pero es sólo un mundo de sueños; no te estás acercando a la verdad. No plantes ninguna semilla en tu interior: vive sin opinión, sin ningún pensamiento a favor o en contra, sin filosofía. Simplemente ve lo que hay. No lleves contigo ninguna mente. Vive sin mente. Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra. La lucha entre lo que a uno le gusta y lo que le disgusta es la enfermedad de la mente. ESTA ES LA ENFERMEDAD DE LA MENTE: Lo que a uno le gusta y lo que le disgusta, a favor y en contra. ¿Por qué está la mente dividida? ¿Por qué no puedes ser uno? Te gustaría, desearías ser uno, pero continúas alimentando las divisiones, las preferencias, el «esto me gusta» y «esto no me gusta». no tener ninguna preferencia por esta vía o por aquella. Simplemente ir vacío. Simplemente ir sin ninguna opinión. Ve simplemente disponible, receptivo. Un maestro está para ayudarte a dejar las opiniones, a dejar la mente. Y si el propio maestro se convierte en una elección entonces también se convertirá en una barrera. De nuevo has vuelto a elegir, de nuevo has usado la mente. Y cuanto más usas la mente, más se refuerza, más fuerte se hace. No la uses. Es difícil, porque dirás: «¿Y qué le ocurrirá a nuestro amor? ¿Qué va a ser de nuestro compromiso? ¿Qué va a ser de nuestras creencias? ¿Qué va a ser de nuestra religión, de nuestra Iglesia, de nuestro templo?». Estas son tus cargas. Libérate de ellas, y deja que ellas se liberen de ti. Te están manteniendo aquí, arraigado, y la verdad quiere liberarte. Liberado llegas, con alas llegas, sin peso llegas. La lucha entre lo que a uno le gusta y lo que le disgusta es la enfermedad de la mente. ¿Cómo curarse? ¿Hay alguna manera de superar esta enfermedad? No, no hay manera. Uno simplemente tiene que entenderlo. Uno simplemente tiene que mirar el hecho en sí mismo. Uno sólo tiene que cerrar los ojos y mirar en su propia vida; observarla. Y sentirá la verdad. Y cuando sientes la verdad, la enfermedad desaparece. No hay ningún remedio para ella, porque si se te da algún remedio, ese remedio te empezará a gustar. Entonces olvidarás la enfermedad pero empezará a gustarte el remedio, y el mismo remedio se convertirá en la enfermedad. Y nadie más que tú lo ha creado; es la enfermedad de tu mente: preferir, elegir. No decidas. Acepta la vida en su totalidad. Tienes que ver la totalidad: la vida y la muerte juntas, el amor y el odio juntos, la felicidad y la desgracia juntas, la agonía y el éxtasis juntos. Si los ves juntos, entonces ¿qué quedará para elegir? Si ves que son uno, entonces ¿por dónde va a entrar la elección? Si ves que la agonía no es otra cosa que éxtasis, y el éxtasis agonía; si puedes ver que la felicidad no es otra cosa que infelicidad; que el amor no es otra cosa que odio y el odio, amor; entonces ¿dónde elegir? ¿cómo elegir? Entonces la elección desaparece. No es que tú la dejes. Si eres tú el que la dejas, se convertirá en una elección; esta es la paradoja. No supongas que tienes que dejarla, porque si la dejas, eso ya quiere decir que has elegido a favor y en contra. Ahora tu elección es la totalidad. Estás a favor de la totalidad y en contra de la división, pero la enfermedad ha entrado. Es algo muy sutil. Simplemente entiende, pues la propia comprensión hace que la elección desaparezca. Nunca la abandonas. Simplemente te ríes... Osho

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