Detrás de la mampara de la ducha, la silueta de Mahatma Ghandi orinando en la bañera. En la siguiente escena, el que orina es Alfred Hitchcock. Le siguen King Kong, la emblemática estatua de la Libertad, deportistas, científicos, animales, monstruos y marcianos. Ésta es la primera vez en 23 años que una campaña ha logrado tan buenos resultados, dice la ONG. No se trata de un sueño -más bien una pesadilla- ni de una película surrealista de los años '20. Es una campaña de televisión de la ONG brasileña SOS Mata Atlántica que insta a la población a hacer pis en la ducha para ahorrar agua y proteger a los bosques nativos de la costa atlántica de Brasil. El planteo de la ONG es simple: cada vez que se usa el baño se pierden 12 litros de agua potable. Se calcula que una persona sana usa el excusado unas cuatro veces por día, lo que equivale a la pérdida de 48 litros diarios. Si cada persona hace pis en la ducha una vez al día, podría ahorrar unos 4.830 litros de agua por año. Si bien a muchos la idea les puede parecer un tanto desagradable -es conveniente recordar que la orina está compuesta en un 95% de agua y el resto es urea, sales y demás sustancias diluidas- la ONG destaca lo bien que fue recibida. "Nacida en medio de la crisis financiera, en momentos en que todo lo que se escuchaba era: no puedes comprar una casa, no puedes gastar dinero, no puedes cenar afuera, no esto, no aquello, la campaña hace énfasis en el Sí, en el lado positivo, en algo que uno puede hacer para ayudar al medio ambiente y no en algo que uno debe dejar de hacer", le dijo a BBC Mundo Ana Ligia Scachetti, directora de comunicación de SOS Mata Atlántica. "Nosotros estamos haciendo campaña desde hace 23 años. Sin embargo ésta es la primera vez que tuvimos una respuesta tan positiva. Nuestro mensaje ha llegado a los niños, a los adultos y también captó la atención de personas en otros países", dice Scachetti. E incluso, añade, las personas que descartan esta actividad porque no les parece apropiada, creen que la campaña los ha ayudado a pensar en cómo ahorrar agua de otra manera, como por ejemplo al lavar el carro o los platos. Lo que quisimos mostrar con este aviso es cómo las pequeñas cosas que hacemos a diario afectan los recursos naturales Ana Ligia Scachetti, directora de comunicaciones de SOS Mata Atlántica "Lo que quisimos mostrar con este aviso es cómo las pequeñas cosas que hacemos a diario afectan los recursos naturales", afirma la directora de comunicación y recalca que la intención es "no tanto empujar a la gente a hacer pis cuando se baña si no le gusta, sino abrir el debate y traer el tema medioambiental a las discusiones cotidianas, en el seno de la familia o con los amigos". La pregunta más frecuente que la ONG recibió por parte del público es si esta práctica no resulta perjudicial para la salud. Según Scachetti, los médicos que consultaron aseguran que orinar en la ducha resulta inofensivo aunque recomiendan por razones obvias hacerlo al principio, antes de lavarse. Curiosamente, comenta Scachetti, muchas de las personas que consultaron la página de internet de la campaña confesaron que ya lo hacían, aunque les daba vergüenza admitirlo. En la actualidad sólo queda un 7% del bosque atlántico. La conexión quizás no salta a la vista. Paso a explicar: el bosque atlántico se extiende por la costa brasileña desde el sur hacia el noreste. Aunque es una región menos conocida que el Amazonas, el área tiene una mayor biodiversidad de plantas y animales por hectárea. En la actualidad sólo queda un 7% de su superficie, el resto ya ha sido devastado. En esta región viven cerca de 120 millones de personas y las principales ciudades de Brasil -Sao Paulo, Río de Janeiro y Curitiba, por mencionar a algunas- están dentro de este ecosistema. El agua que abastece a éstas y otras 3.000 ciudades que forman parte de la región proviene de los ríos que nacen en los bosques de la costa atlántica. "Si no hay árboles, los ríos se llenan de arena, basura... Los árboles son los que protegen a los ríos. Sin árboles, no hay ríos", afirmó Scachetti, quien le dijo a BBC Mundo que desconocía la campaña ambiental -medio en broma medio en serio- que circula en Facebook, donde se propone a la gente bañarse junta para ahorrar agua. “Si vale la pena pensar diferente no te afectaran los prejuicios” (Abel Desestress)
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Acciones cotidianas
El pis, el agua, las ciudades y el bosque

Un divorcio genera no sólo altos costos emocionales y financieros, si no también de salud.
El divorcio tiene efectos negativos que se prolongan en el tiempo y ni siquiera un segundo matrimonio logra subsanar, indica un estudio realizado en Chicago, Estados Unidos.
La investigación, en la que participaron 8.652 personas de entre 51 y 61 años de edad, muestra que los divorciados sufren un 20% más de enfermedades crónicas -entre ellas, cáncer- que las personas que jamás se casan.
El porcentaje apenas desciende al 12% para los que se han vuelto a casar, indican los expertos que publicaron su estudio en la Revista de Salud y Conducta Social.
De acuerdo a los investigadores, las personas comienzan su adultez con determinado "acervo de salud", que se mantiene o se empobrece dependiendo de la experiencia marital que se tenga.
La médica investigadora Linda Waite, socióloga de la Universidad de Chicago, señaló que el divorcio y la vejez socavan la salud porque disminuyen el ingreso y se desarrolla el estrés a raíz del cuidado de los hijos, por ejemplo.
Aunque como consecuencia las personas que se vuelven a casar -tras un primer divorcio- o quedan viudos suelen ser más felices -no sufren mayores depresiones que los que siguen casados ni que los que jamás se casan- ganan poco en lo que a enfermedades crónicas se refiere.
Estrés y preocupaciones

Según el estudio, el estado de salud se "empobrece" tras una mala experiencia marital.
El matrimonio tiende a otorgar beneficios inmediatos para la salud en la medida en que mejora los comportamientos saludables en los hombres y el bienestar económico en las mujeres.
"Algunas situaciones de salud, como la depresión, parecen responder en forma rápida a los cambios de las condiciones diarias", aseguró la doctora Waite.
"En contraste, las enfermedades como la diabetes y las del corazón se desarrollan lentamente durante un lapso considerable y revelan el impacto de las experiencias pasadas, razón por la cual la salud es socavada por el divorcio o viudez, aún cuando una persona vuelva a casarse", agregó.
Anastasia de Waal, del centro de estudios Civitas, dijo que "esta investigación pone de relieve el hecho de que, mientras que el divorcio se ha convertido en algo cada vez más común, puede tener no sólo un tremendo costo emocional y financiero, sino también un alto costo para la salud".
Christine Northan, consejera matrimonial de la agencia Relate, señaló por su parte que no estaba sorprendida por los resultados y añadió que "es otra razón para trabajar duro en lograr matrimonios duraderos, a menos que sea una relación muy destructiva".
“Deberíamos reflexionar para casarnos, tanto como lo hacemos al divorciarnos” (Abel Desestress)